marzo 25, 2010

Yo...

Anoche ladraron los perros, ningún perro ladró, nadie los escuchó.

Las horas pasan y el tiempo no finaliza su maratón, espera a que un ataúd se abra ante mí, para finalmente dejar de avanzar, por que cuando yo muera el reloj se detendrá y el tiempo también ha de expirar.

Mañana el último gallo cantará al sol, pero el gallo no cantará porque nadie lo escuchará.

Cuando yo muero el egoismo no existe porque no existo yo, cuando yo vivo todos son egoistas ¿quien existe entonces si no existo yo?...

La brisa que va secando el agua salada de tu rostro dejó de soplar, las olas del mar ya no suenan ni te mojan los pies, las gaviotas dejaron de volar, nunca volaron las gaviotas y nunca mojó el mar, nunca la brisa tu rostro secó... Nunca los perros ladraron y ya el gallo no cantará...

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