diciembre 20, 2009
Aquí
diciembre 08, 2009
Instante
octubre 27, 2009
Los Malditos Trigales
Trigales, grandes trigales avanzan hacia mí, trigales lisos y brillantes… Esos trigales hermosos que me tienen rodeado cual espantapájaros inútil, inútil pero rodeado de belleza, ahí estático esperando el momento para correr, abrazar los trigales y vivir de verdad.
Un holocausto de sentimientos nace en mi interior. Mi estómago no es más que un patético campo de guerra donde miles de explosiones acaban con la calma cada vez que recuerdo su mirada, su nombre, y yo solo me escondo entre las trincheras del olvido como un indeciso militar que no sabe si desea estar ahí.
Ahora solo queda dormir sin despertar, dormir sin dormir y luego despertar de un sueño que nunca comenzó pero que ahora ya terminó. No hay vuelta atrás, mi espalda está vulnerable a cualquier ataque, y mi corazón se contamina del maldito smog mientras mi pecho, de par en par, espera por sus abrazos que quizás nunca llegarán. Abrazos inexistentes que yo mismo he creado para aplacar el dolor de la una ilusión que no será.
Quiero descansar pero mi mente me lo impide, quiero volar pero la realidad es cruda y nada puede pasar. El recuerdo de una voz retumba en mis oídos aún, se ríe en mi rostro al tiempo que me dice que no puedo más, que mi fracaso mi tumba será.
Pensar en querer, querer pensar y soñar sin dormir, son mi penitencia, sufrir como un espantapájaros solo e ignorado es lo que merezco por creer en algo que desde el principio no iba a ser, por creer en algo más allá de esas paredes multicolor que suelen llamar realidad, por creer que iba a salir y abrazar los trigales que tanto deseé.